Whatever will be, will be

Ayer tuvimos otra soleada y calurosa jornada de karting. Entiendo que muchos kartistas dejen el kart aparcado durante Julio y Agosto. Cuando estás bajo un sol de justicia, con el mono puesto, el costillar, el collarín, el casco, los guantes, los botines...se sufre un angustioso e infernal calor. Y rodando en pista, pierdes litros de liquido. Las botellas de agua y de isotónicas vuelan de la nevera entre tanda y tanda.
Pero aqui no podemos darnos el lujo de parar dos meses. Practicamente son los únicos meses que no llueve (o que llueve menos), así que seguimos al pie del cañón.
Por suerte, sin inconvenientes mecánicos. Ni roturas, ni fisuras, ni pérdidas, ni nada. Hay días en que todo va como la seda.
Y en el ambiente del equipo, se palpa ese leve pero perceptible nerviosismo por lo que ocurrirá la semana que viene... que será, será...whatever will be, will be, como diría Doris Day. :)