15 junio 2009

Laleh Seddigh

Hoy nos levantabamos con las noticias de graves disturbios en Teherán tras los comicios presidenciales iraníes. Y me he acordado de Laleh Seddigh, un gran ejemplo de lucha y superación de la mujer en un país como Irán:


Con poco más de 150 centímetros y 45 kilos, Laleh Seddigh es la mejor piloto iraní de automovilismo, según han tenido que admitir las autoridades del país islámico. Los números avalan la elección: ha ganado doce rallys en un mundo masculino como el automovilismo. El reconocimiento todavía se enuncia en femenino, pero ella ya ha demostrado que es capaz de ganar a algunos de los mejores pilotos varones, aunque no puede hacerlo en competiciones oficiales. A sus 31 años, trabaja como administrativa en una compañía de piezas de recambio de automóviles, pero espera poder dedicarse a tiempo completo a la competición, ahora que grandes marcas como Proton, Hyundai y Mazda se han interesado por su patrocinio.


Hija de un acomodado empresario iraní, confiesa que a los 13 años le robaba las llaves del coche a su padre para dar vueltas alrededor de la casa, "vigilando siempre que no me pillase la Policía". "Me encanta la velocidad. Era una adolescente rebelde y es cierto que conducía sin permiso, pero afortunadamente todo eso derivó hacia la competición."

En Irán, a diferencia de otros países islámicos, como Arabia Saudí o Kuwait, la mujer puede conducir. Eso sí, debe hacerlo al menos con la cabeza cubierta por un pañuelo. Así que Laleh siempre lleva bajo el casco un Chador.

Se acostumbró a la diferencia cuando sacó el título de ingeniería y era la única chica en la clase. "Siempre me ha gustado hacer cosas que, tradicionalmente, eran propias del otro sexo o las que se supone que están más allá de las capacidades físicas e intelectuales de una mujer".



Su última hazaña tuvo lugar en el estadio Azadi de Teherán, cuando en un torneo de la escudería Proton se impuso a 12 hombres. La televisión iraní, como siempre, no emitió las imágenes.
Cuando sube al podio, la obligan a colocarse no sólo el chador , sino una chaqueta sobre el mono de piloto, que es demasiado ajustado para la legislación islámica.

A veces, le han dado el premio en un lugar apartado, al margen de la ceremonia oficial, para no coincidir con los otros pilotos, aunque los haya dejado atrás en la carrera. Otra de las condiciones cuando le dejan recibir las condecoraciones en público es "no hablar ni sonreír a sus compañeros".


"Cada vez que quiero entrenar o probar un coche –cuenta Laleh–, los empleados del circuito me piden una carta de autorización, aunque soy el capitán del equipo Proton. Ningún hombre sufre este tipo de acoso." Admite que su trayectoria habría sido más fácil en otro lugar, porque sólo para poder competir en carreras de velocidad tuvo que esperar ocho años una autorización.
"Espero que mi ejemplo anime a otras mujeres a seguir mis pasos."

Una de las pocas imágenes de Laleh sin pañuelo;
Recientemente ha efectuado pruebas en monoplazas de la Formula BMW.


Su entrenador, Saeed A’rabian, se muestra muy optimista sobre el futuro profesional de Laleh: "No es sólo que conduzca bien y que tenga un alto nivel de confianza en sí misma, es que, además, es muy lista y tiene un gran estilo".

Página oficial de Laleh Seddigh : www.lalehseddigh.net

Fuentes: Wikipedia, NYT, The Guardian, Semanal, BBC, Diario de Irán

2 comentarios:

  1. Es penoso que sigan pasando estas cosas.

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  2. Siento vergüenza ajena por la manera de tratar a esa mujer en su país y no reconocer su valía en el deporte que practica. Y ella demuestra mucho valor y coraje por no arrojar la toalla.

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