Un poco de historia: Maria Teresa de Filippis

Nacida en Nápoles, en 1926, fue la primera mujer que pilotó un F1. Corre el año 1948 cuando Maria Teresa de Filippis, de 22 años, tras hacer una apuesta con sus hermanos (quienes dudaban de su capacidad para ir rápido) decide correr la Salerno-Cava dei Tirreni con un Fiat500. Gana la apuesta, porque no sólo va rápido, sino que gana la carrera!

En 1949 adquiere un Urania 750cc, con el que recorre gran parte de Italia participando en carreras regionales en las que anota tres victorias y tres segundos puestos. Comienzan a llamarle “pilotino”, pero los corredores que más sobresalen entonces en las categorías en las que ella compite, aprenden a temerla y a respetarla.


En los años 1951,1952 y 1953 participa en prestigiosas carreras como la Mille Miglia, Collemaggio, Circuito di Senigallia, Módena, Coppa Ascoli, la Catania-Etna, Giro di Sicilia...
En 1954 adquiere un Maserati A6GS. Gana con él una carrera en Cerdeña, es finalista en el GP de Nápoles, gana la Catania-Etna y es decimotercera en el Giro di Sicilia. Se estrella espectacularmente en Mugello, donde los servicios de emergencia tardan mucho tiempo en ayudarle, mientras la mitad de su Maserati pende de un acantilado. Vuelve con Maserati para 1955, participando en la Mille Miglia y en la Targa Florio, donde queda novena.

En 1956 tiene un comienzo terrible: se desplaza hasta América para participar en los 1000 Kilómetros de Buenos Aires, donde acaba con un hombro fracturado tras golpearse con un poste telegráfico al querer evitar un accidente.


Intenta inscribirse en la Formula1 para correr el Gran Premio de Francia, pero se lo impide el director de la prueba, con el único y estúpido argumento de que “el único casco que debe usar una mujer es el secador de pelo”. Para el colmo, muchos jefes de equipo piensan que la presencia de una mujer en el entorno de la Formula1 puede ser negativo para la imagen de una escudería.

Pero Maria Teresa es persistente. Con la ayuda del entonces su pareja, Luigi Musso, consigue un contrato para correr oficialmente con Maserati, a bordo de un Maserati 250F como el que ha usado Juan Manuel Fangio para conquistar el titulo el año anterior. La primera prueba es Mónaco, donde no marca buen tiempo y queda en la posición 22, no clasificándose para la carrera. Pero en la siguiente prueba, en Bélgica, obtiene mejores resultados. Acaba en décima posición tras haber salido desde la posición 19. En ese mismo año, disputa los Grandes Premios de Portugal e Italia, teniendo en ambos problemas mecánicos. La muerte de Musso durante el GP de Francia de 1958, afecta a de Filippis profundamente: posiblemente es una de las razones de su retirada no mucho después.


En el año 1959, cambia Maserati por Porsche, invitada por su amigo Jean Berha. Con su Porsche participa en Mónaco, pero, la muerte de Berha en un trágico accidente le lleva a replantearse su participación en las carreras. Abandona definitivamente las pistas en 1960.