10 septiembre 2009

Elizabeth Junek (Eliska Junkova)


Alzbeta Junkova (o Eliska, como le gustaba que la llamaran) nació en 1900 en la localidad de Olomouc, en la República Checa. Hija de un herrero, soñaba desde pequeña con viajar por el mundo. Ese sueño le llevó a aprender lenguas extranjeras, y su dominio del alemán y del inglés le consiguieron su primer trabajo en la sucursal de un Banco al poco de graduarse. Quiso el destino que en esa sucursal se encontrase con Vincenc "Cenek" Junek, con quién comenzó una relación.

Con él se mudó a Praga y comenzó el estudio del Francés. Cenek le pidió matrimonio, pero ella prefirió viajar a Francia para estudiar el idioma. Tras un largo tiempo separados, se reunieron en París, pero no para dar un romántico paseo por el Sena, sino para acudir al Salón del Automóvil. Corría ya el año 1921; Cenek había hecho dinero, y podía permitirse su pasión por los coches de carreras.

"Si él tenía que ser el amor de mi vida, era mejor amar los malditos coches" afirmó Eliska. Pero no tardó en admirar los coches presentes en la muestra, especialmente los Bugatti. Regresaron a Praga y Eliska consiguió su permiso de conducir y Cenek volvió a pedirle matrimonio. Esta vez acepto la proposición y pronto empezaron a competir juntos como un equipo de marido y mujer.

Cenek tenía problemas para accionar el cambio (por una vieja herida de guerra), y Eliska, que hasta entonces era "mecánico de a bordo" tomó el relevo al volante. (Recordar que en aquellos años el "copiloto" era el mecánico, quién iba siempre a bordo para solucionar los problemas "sobre la marcha")
Primero pilotó un Mercedes y, a finales de 1922, Cenek regaló a su mujer, despues de una celebrada victoria, un Bugatti Type 30. Bugatti se convirtió desde entonces en la marca de Eliska. Incluso Ettore Bugatti desarrolló una amistad duradera con ella.



La primera carrera profesional de Eliska fue en 1923 junto a Cenek. El año siguiente fue ella quien iba al volante al ganar la carrera de Lachotin-Tremosna, en Checoslovaquia, en la categoría de coches de sport. De la noche a la mañana se convirtió en una celebridad nacional.

Eliska fue la vencedora absoluta en 1925 en Zbraslav-Jiloviste. Los Junek compraron un segundo Bugatti para celebrarlo pero también para poder competir ambos por separado, pues los mecánicos a bordo fueron prohibidos en los circuitos europeos importantes.

En 1926, Eliska Junkova compitió a lo largo de Europa en carreras contra los mejores adversarios masculinos de su tiempo.
En la prensa de 1926 puede leerse: "Una bella pareja de deportistas; Junek y su esposa, su esforzado pupilo, en cuyo esbelto cuerpo late el corazón de un valiente y cuyas casi infantiles manos pilotan su bólido con una inconfundible seguridad a gran velocidad en las más cerradas curvas". Al difundirse su fama en Europa cambió su nombre a Elizabeth Junek.



En 1927, Eliska consiguió la segunda posición en Klaussenpass en Suiza y un buen resultado en la Targa Florio. Para preparar la carrera pasó un mes en Sicilia, ¡¡anotando las 1500 curvas de cada vuelta!!
Eliska era una piloto que utilizaba más su memoria que su fuerza, y se la considera pionera entre los pilotos que recorren la pista a pie antes de la carrera, anotando puntos en el recorrido y estableciendo la mejor trazada en las curvas.

Poco después venció en la categoría de los dos litros en el Gran Premio de Alemania, en Nurbürgring, lo que la hace la primera mujer en la historia que venció en un Gran Premio.

Para la Targa Florio de 1928 adquirió un nuevo Bugatti Type 35B, y en Julio del mismo año viajo junto a su marido al Gran Premio de Alemania en Nurbürgring. Todo iba bien hasta que Cenek, justo después de tomar uno de los relevos, tuvo un trágico accidente en el que falleció. Eliska, completamente abatida, vendió sus coches y abandonó las carreras.

Eliska regresó a su otra pasión, los viajes. Partió para Ceilán y Ettore Bugatti le encargó conocer las posibilidades de exportación en el subcontinente de un nuevo coche de turismo.

En 1989 asistió a una reunión de Bugatti en los Estados Unidos como invitada de honor. De sus logros, Eliska escribió en sus memorias: "Demostré que una mujer puede seguir su camino al mismo nivel que los mejores de los hombres. Las mujeres solemos culpar de nuestros fallos a la naturaleza. Es mucho más productivo estar menos enfadado y más esforzado. Algunas dificultades pueden ser fácilmente superadas."




Un gran documento histórico que nos permite ver escenas
de la mítica prueba Targa Florio en los años 1928, 1929 y 1930

Fuente: Blog KCSlot

4 comentarios:

  1. Te felicito Virginia. Con tus relatos de las mujeres piloto me estás dando a conocer la historia del automovilismo desde otra vertiente menos divulgada. Sabias palabras las de esta mujer. VAMOS QUE PRONTO HABRÁ UNA MUJER EN F-1!!!

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  2. Menuda currada de post Vir, chapeau!

    Por cierto, me decía una lectora del blog hace un par de días que el Sr. Jaime Alguersuari había dicho que las mujeres no pilotaban tan bien como los hombres. La cita no es textual pero venía a decir eso... ¿Cómo lo ves?

    Un saludo.

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  3. Hola Vir,

    Un gran trabajo con el articulo, como siempre.

    Ultimamente nos tienes más abandonados a tus lectores...echamos de menos tus artículos!

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  4. Ufff estoy hasta arriba con el trabajo. Muy saturada. No tengo tiempo para el blog, ya lo siento. Tengo varios diseños que entregar para el Festival de Cine Fantastico de Sitges, y no doy abasto!!

    Y encima es el Festival de Cine de San Sebastian, así que en el poco tiempo libre que me queda, he cambiado los circuitos por el Kursaal y el teatro Victoria Eugenia :)

    Saludos!!!

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