Llantas y bujes

Ayer sábado disfrutamos de un buen día de karting. La pista no estaba seca del todo, pero habia zonas donde habia más agarre que en nuestras anteriores jornadas pasadas por agua. Además hubo muy buen ambiente entre los que estábamos. Y cada día que ruedas aprendes un poquito más, y vas conociendo el kart y su comportamiento, y te sientes más comoda. Y aveces te llevas algun susto que otro, porque también poquito a poquito vas arriesgando más. Y que, hay que echarle un par en muchas ocasiones. El kart te agita como una batidora. La fuerza G se las trae. Hay veces que da miedo. Pero te agarras al volante y pa´delante. El miedo se esfuma, y queda sustituido por una estupenda sensación, una mezcla de adrenalina con descarga de endorfinas. Y engancha. Yo no dejo de dar vueltas hasta que mis delgadas muñecas me dicen Basta. Me lo gritan.

¿hoy que nos ha pasado? Pues que a mitad de la sesión de tarde, se nos ha roto una llanta. Iba conduciendo uno de mis compañeros. Varios amig@s estabamos en la valla de madera, y justo ha pasado en esa curva. Se ha salido laterlamente hacia la hierba y las cubiertas, y antes de impactar con ellas, la rueda trasera ha salido volando!! Ha aterrizado en las zarzas... la llanta se ha roto en el momento de tensión y ha provocado la salida.
Resultado final de la jornada: llanta rota, buje trasero con espárragos rotos, kart parado en la cuneta para el resto de la sesión...
Ya de paso le cambiaremos el portaplatos...no está bien, hace que el plato no gire totalmente plano....

Bueno, nuestro colega del interA también ha tenido sus historias... otra gripada más...